23/02/2018
Según los datos del Banco Mundial, 1.200 millones de personas en el mundo (el 17% de la población) no tienen acceso a la electricidad, mientras que 2.700 millones (un 38% de la población) no disponen de condiciones adecuadas de cocina. En Europa, según Eurostat, el 9,4% de la población no puede mantener una temperatura adecuada en su hogar en invierno. En nuestro país, “aproximadamente, unos 4,5 millones de personas podrían estar en riesgo de pobreza energética”, reconoce el Gobierno en el Real Decreto 897/2017, de 6 de octubre, por el que se regula la figura del consumidor vulnerable, el bono social y otras medidas de protección para los consumidores domésticos de energía eléctrica.
Estos días se celebra la Semana Europea de lucha contra la Pobreza Energética. Este periodo de tiempo conmemora la tercera y última de las extraordinarias oleadas de frío que recorrieron Europa en febrero de 1956. Durante ese mes, Europa soportó unas heladas excepcionales y un frío intenso durante casi un mes, completando el invierno más duro en Europa y España desde que existen registros.
La Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) promueve el proyecto Ni un Hogar Sin Energía (niunhogarsinenergia.org), un programa modular que pretende mejorar la situación de familias que sufren pobreza energética y que no pueden, o tienen grandes dificultades, para hacer frente a sus facturas de suministros y para mantener su vivienda dentro de una temperatura saludable. ECODES trabaja en 17 ciudades de nuestro país para ayudar a las familias a reducir su factura energética. Tras un diagnóstico energético en los domicilios, se cambian luces o cerramientos de ventanas, se forma a las familias sobre cómo ahorrar energía en el hogar y se hacen recomendaciones para optimizar el contrato de energía. Con estas actuaciones, la media de ahorro está siendo del 35 % en la factura energética.
Ante esta realidad, Grupo Albia, siguiendo su línea de compromiso social y con el medio ambiente, colabora con ECODES donando el dinero logrado con el reciclaje de material recogido en los servicios de cremaciones. En los últimos años se ha constatado un incremento del número de familias que optan por la cremación en el momento del fallecimiento. Durante 2016, el 40,33% de los fallecidos fueron incinerados y se estima que en el año 2025 esta opción alcance el 60%.
Ni un hogar sin energía es un proyecto tanto presencial como online, desarrollado para familias en situación de exclusión. La iniciativa busca conseguir un ahorro económico significativo en las facturas de consumo energético mediante cambios en los contratos de energía, transmisión de hábitos de consumo responsable y medidas de microeficiencia energética en sus hogares, entre otros.
Además, fruto del trabajo que realiza ECODES desde 2013 para hacer frente a esta problemática, la plataforma analiza la pobreza energética desde sus cimientos gracias a los datos reales que introducen los usuarios de forma anónima en el portal. Por su parte, la firma de servicios funerarios Albia, presta apoyo en el lanzamiento de la nueva imagen de la plataforma, donde los consumidores cumplimentarán el cuestionario con los datos de su situación y las características de su vivienda y les ofrece un informe online y una serie de consejos para reducir el importe de sus facturas.
Asimismo, encontrarán un mapa interactivo en el que podrán localizar ayudas o iniciativas relacionadas con la pobreza energética en su ciudad o región. Es una plataforma colaborativa donde cualquier ONG, entidad o administración pública puede compartir su iniciativa o aportar financiación y recursos para ello. Utilizan tecnología open data, lo que permite compartir datos de forma anónima y agregada con todos aquellos emprendedores que proporcionen soluciones para hacer frente a la pobreza energética. Todas las acciones se realizan con empresas que aportan materiales o participan con voluntariado corporativo, así como Servicios Sociales Municipales u ONGs que contribuyen a detectar a todas aquellas familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad energética.
De la misma manera, Albia se ha adherido a la campaña Un millón de compromisos por el clima (porelclima.es), una comunidad de empresas, administraciones, asociaciones y particulares que promueve acciones contra el cambio climático.
En palabras de Rosana Domenech, Directora de Recursos Humanos y Responsabilidad Social Corporativa de Albia, “prestamos nuestros servicios con un alto compromiso social, que trasladamos también a acciones de RSC guiadas por nuestros valores de protección, responsabilidad y medio ambiente. Nuestro legado debe orientarse a mejorar las condiciones de vida de las generaciones futuras. Y estamos convencidos de que luchar contra la pobreza energética y el cambio climático es responsabilidad de todos: instituciones, empresas y ciudadanos”.
Desde su constitución, Albia ha sido consecuente con su compromiso con el medio ambiente en cada una de sus actuaciones, trabajando con productos que respetan el medio ambiente, ofreciendo a sus clientes la posibilidad de disponer, entre otras opciones, de urnas y féretros realizados con materiales biodegradables. Además, apuesta por el desarrollo de infraestructuras que ofrecen una eficiencia energética.
La pobreza energética se define como la situación que sufren los hogares que son incapaces de pagar los servicios mínimos de energía que satisfagan sus necesidades domésticas básicas o que se ven obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar las facturas energéticas de sus viviendas.
En España, según el informe Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética, elaborado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), 5,1 millones de personas pasan frío en invierno (11%), 3,2 millones de personas retrasan el pago de sus facturas energéticas y 1,2 millones dedican el 20% de sus ingresos a dichos pagos.